lunes, 17 de septiembre de 2007

ladridos

Los compañeros de por acá dicen estar acostumbrados a las balaceras de la Santo Tomás. Parecen no tener miedo, de hecho les entusiasma la idea de meter sus hocicos y narices entre las transas de los traficantes del pasaje "El profeta" y escuchar las patrañas de los lanzas del pasaje PioX.
Y cómo no, si los tratan como los dioses. Todos los días les ofrecen darse buenos gustos, son los más protegidos en las emboscadas de los pacos y les ayudan a sus familias a sobrevivir.
¿Sabes qué? ellos me han contado que todo lo que sale en la propaganda de la televisión lo pueden adquirir. Me imagino que eso es lo que los lleva a ser fieles amigos de esa gente.
Creo que a mi me está gustando juntarme con los compañeros de la población, tienen buenos corazones, defienden a su gente a como de lugar. Pero a veces se mandan cagasos y eso a mi me da pena....El otro día un amigo de un compañero, un pendejo de 17 años se picó a choro y se fue a robar pa las condes. El flaco, mi compañero, dijo que su amigo quería unas monedas porque su polola estaba embarazada y necesitaba la plata pa tener al hijo en un lugar digno. Se metió a una casa re cuica y lo pillaron. Ahora ta preso, el bebé nació y a su polola la echaron de la casa. Y todo por querer pesitos pa tener a su niño en una clínica.
En todo caso en mi ambiente pasa lo mismo. Hay loquitos que viven en la calle, no tienen dónde dormir ni que comer. Yo entiendo que roben, qué más van hacer si nadie los pesca, les tienen miedo y los corren a patadas o los matan en las perreras igual que a los amigos de mis compañeros de la población...

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